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DOLOR MIOFASCIAL EN ODONTOLOGÍA
Publicado el: 15/05/2020 12:25:11
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  Autoras: Pérez Jiménez, Esther; Raposo Correa, Sara*; Díaz Almenara, Eugenia*
*Odontoestomatólogo en el Servicio Andaluz de Salud. U.G.C Salud Bucodental Intercentros Huelva-Costa-Condado-Campiña.
Correspondencia:estherpe39@gmail.com
RESUMEN
El estrés constante en el que muchas veces nos vemos sometidos, hace que hoy en día veamos alteradas nuestras situaciones físicas y emocionales, generando situaciones de dolor muscular masticatorio provocando limitación en la vida diaria. Frecuentemente, se producen contracturas, dolor e inflamación en los músculos que conforman la articulación temporo-mandibular (ATM) debido al estrés, alteraciones del sueño, bruxismo...... Cualquiera de estas causas crean dolor y limitación del movimiento, afectando el sistema articular, muscular, capsular y ligamentoso de la articulación, acabando con la armonía psico-emocional del paciente.
El dolor facial supone una serie de cuadros dolorosos muy frecuentes en la clínica dental y en las consultas de atención primaria que intentan tratar solo de forma farmacológica el proceso sin darle otras pautas correctas al paciente.
Estas últimas semanas, ante la situación de alarma que estamos viviendo hemos visto incrementadas estas "visitas-llamadas" debido al impacto emocional sufrido por los pacientes a causa de la incertidumbre por la que estamos pasando: cambios laborales, coordinación de hogar y familia, la falta de ejercicio físico, alteraciones en el sueño, cambio de hábitos... que están provocando dolores intensos a estos pacientes.
INTRODUCCIÓN
El dolor muscular se ocasiona en los diferentes músculos de la boca, cara y cuello. Su causa permanece desconocida, se habla de una sensibilización al dolor de las fibras nerviosas de los tejidos musculares, al mismo tiempo que en esas mismas zonas isquémicas se liberarían sustancias sensibilizando las terminaciones nerviosas y produciendo el dolor muscular localizando unas bandas o zonas hipersensibles conocidas como puntos gatillo1.

 


METODOLOGÍA
Para las revisiones bibliográficas sobre el dolor miofascial, se han usado bases de datos como Pubmed y Scholar Google. Se revisaron también los artículos relacionados.
Se han usado las siguientes palabras claves: Myalgia, Facial pain, Termporomandibular Joint disorders, Bruxism, Anxiety.
El objetivo de esta revisión es poder atender de forma correcta a estos pacientes, dar las pautas correctas para aliviar los síntomas que tanto los limitan en la vida cotidiana y poder distinguirlos de otras alteraciones.
El dolor de causa muscular se percibe como una sensación dolorosa, sorda, pesada, continua variable pero no pulsátil, que algunos pacientes refieren también como una sensación de presión. Generalmente es de intensidad constante pero también puede aumentar y tener episodios de dolor más agudo que pueden presentarse tanto de forma transitoria e intermitente, como constante y persistente.
El dolor puede ser primario si coincide con la zona de origen o referido si no coincide exactamente. En este último caso resulta más complicado su diagnóstico.
El dolor referido sucede cuando la sensación dolorosa se perciba como si su origen estuviera en otra zona diferente2.
En la disfunción miofascial hay una alteración psicofisiológica que afecta predominantemente a la musculatura masticatoria que verá aumentada la sensibilidad al dolor mientras está esté afectada.
Existen hábitos perniciosos como la onicofagia, abuso de comer chicles, pipas, mordisqueo de labios o carrillos, sujetar el teléfono con el hombro, sujetar agujas de costura entre los dientes, que han podido verse aumentados en estos días debido a los cambios de hábitos o estrés recibido en las últimas semanas, disparando o precipitando ese dolor miofascial3,4.
El apretamiento dentario diurno o nocturno (bruxismo) es la actividad nociva más frecuente para el sistema masticatorio relacionado con esos episodios de ansiedad. Puede manifestarse durante el sueño, lo que impide generalmente que sean conscientes de ello5,6.
Se localizan puntos gatillos en esas zonas musculares que a veces el paciente desconoce y que al presionarla acentúan un dolor profundo, de característica constante, con efectos excitatorios asociados a nivel central. Estos último provocará la estimulación de un grupo de neuronas aferentes convergentes, que se suelen expresar mediante la aparición de un dolor referido. Este dolor referido es desencadenado por la estimulación del punto gatillo correspondiente, en muchas ocasiones el paciente refiere el dolor como una cefalea. Los puntos gatillos pueden verse activados por el uso del músculo, por tensión en el mismo, por tensión emocional y durante episodios de infecciones generalmente víricas7,8. (Tabla 1)
En la exploración clínica se aprecian los puntos gatillo como zonas tirantes y dolorosas a la palpación y presión en los músculos o en sus inserciones tendinosas. Pero el paciente no suele quejarse de dolor precisamente en esos puntos, sino en las zonas de referencia de los efectos excitatorios centrales (dolor referido). En ocasiones el punto gatillo puede permanecer silente durante un tiempo, lo que coincidirá con ausencia del dolor referido en ese preciso instante. Pueden aparecer otros síntomas del efecto excitador central, como la hiperalgesia secundaria, en la que la estimulación del punto gatillo puede originar una sensación dolorosa extraña al tocar o peinar el cabello. También es posible aunque menos frecuente, la aparición de efectos nerviosos autonómicos como lagrimeo o sequedad ocular, y alteración vasculares con vasoconstricción o vasodilatación. Puede verse también un cuadro de rinorrea que presentará un problema diagnóstico con procesos alérgicos. Todo estos cuadros excitatorios centrales muy rara vez se manifiestan a ambos lados de la línea media, ya que están relacionados con la activación del nervio trigémino. Estos síntomas se presentan en el mismo lado del dolor y de los puntos gatillo.
En reposo no hay dolor, pero éste se desencadena durante la actividad. El mantenimiento en el tiempo del dolor miofascial puede crear un fenómeno de ferulización muscular asociado.

Eliminar los factores etiológicos serán la clave para mejorar el dolor. Se tratará la tensión emocional casi siempre en estos casos con psicoterapia y ansiolíticos (los relajantes muscularse no eliminan los puntos gatillos pero los transforman de activos en silentes). Se podrán corregir factores posturales y realizar ejercicios de relajación y estiramientos de cuello y hombro. El tratamiento con fisioterapeutas y ejercicios masticatorios serán de ayuda para rebajar la tensión acumulada.
El tratamiento deberá centrarse inicialmente en la zona de los puntos gatillos. Si el tiempo de evolución ha sido largo, en ocasiones, se deberá actuar también sobre los músculos masticatorios correspondientes.
Los puntos gatillos deber ser eliminados, para ello podemos recurrir a la inyección de anestésico sin vasoconstrictor en el músculo contraído. La analgesia produce una distensión del músculo indolora, y además refuerza la sospecha diagnóstica.
Los últimos años, la inyección de botox se ha visto incrementada ya que la toxina botulínica bloquea los impulsos nerviosos del mismo y disminuye los niveles de dolor siendo una buena opción en casos de bruxismo pero siempre sin olvidar de tratar la base del problema causante del dolor9.
La sola punción del punto gatillo (punción seca) resulta también efectiva por la alteración mecánica inducida por la aguja sobre las fibras musculares. Otra técnica consiste en la aplicación de un aerosol de frío que reduce momentáneamente la sensibilidad dolorosa en la zona, seguida de un estiramiento del músculo.
CONCLUSIÓN
Una exhaustiva historia clínica del paciente que acude con dolor en la zona facial es de gran valor para descartar otras posibles patologías como pueden ser de procedencia dental, disfunción temporomandibular o incluso fibromialgia y así establecer un tratamiento individualizado a cada paciente. Se ha demostrado que reducir los niveles de estrés, mejorar la calidad del sueño y abandonar las practicas sedentarias mejoran el cuadro doloroso.

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BIBLIOGRAFÍA
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Publicado el: 15/05/2020 12:25:11

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